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Galletas

Se han encontrado galletas que tienen más de 6 mil años envueltas en yacimientos en Suiza. Se considera como uno de los primeros alimentos cocinados junto con el pan. Aunque no eran demasiado atractivas, se trataba de obleas de agua y cereales cocidas dos veces. Era el alimento que soldados, marineros y viajeros tomaban mojado en vino o sopa.

En el Renacimiento empezó a considerarse un alimento propio de la corte, se acababa de descubrir el chocolate y la mezcla de la galleta mojada en el líquido caliente era un auténtico placer para la clase alta. A partir de este momento, y para satisfacer la demanda, se empiezan a crear diferentes tipos de galletas: saladas, aromatizadas, rellenas, con miel, con formas variadas... De esta época surgen las galletas tal y como las conocemos hoy, aunque nuestras recetas son mucho más refinadas.

VALOR NUTRICIONAL

Al elegir las galletas que se van a consumir, hay que tener en cuenta el nivel de grasa que aporta ese tipo de galleta, así como la fibra y el azúcar. Según la pirámide nutricional se deben de ingerir hidratos de carbono a diario (pan, pasta…), y las galletas aportan por su contenido en harina parte de la cantidad recomendada diaria. Teniendo en cuenta los cereales, el azúcar y la fibra también estamos ingiriendo grasas y calorías.

Así que no se pueden consumir todas las galletas del mundo a la hora que nos apetezca y sin control, nunca. Pero si, por ejemplo, en el desayuno. Acompañadas de fruta y un vaso de leche o un yogur suponen una primera comida del día perfectamente sana. Teniendo en cuenta que los ingredientes sean los adecuados, claro.

A EVITAR

La diferencia esta en los productos que fabrican las marcas. Las hay que siguen utilizando aceites de coco, aceites de palma o grasas vegetales que son las que convierten a este alimento en malo para el organismo; y luego las hay que utilizan aceite de girasol, maíz, soja o aceite de oliva que son perfectamente sanas en un desayuno o a media mañana.

Su consumo no es recomendable para los diabéticos, celiácos, alérgicos al huevo, personas que están realizando una dieta…

Sin embargo, las personas mayores pueden tomar galletas bajas en sodio, que ayudan a controlar el colesterol y aportan pocas calorías. Y los niños pueden tomar galletas con fibra, lo importante es que no superen los 85 gramos de azúcar diarios.

ENLACES RECOMENDADOS

María, la galleta más saludable: http://revista.consumer.es/web/es/20091201/actualidad/analisis1/75298_2.php