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Bicarbonato

El bicarbonato sódico (también llamado bicarbonato de sosa) es un compuesto que nos puede ayudar mucho a la hora de preparar nuestros dulces, por no hablar de los innumerables usos que tiene en otros ámbitos.

Sin embargo, la costumbre que tiene mucha gente de echarle bicarbonato a las legumbres para su cocción no es nada acertada, ya que éste quita la vitamina B a las legumbres y le da una textura distinta.

Para lo que sí es bueno emplearlo es a la hora de preparar repostería, como sustitutivo de la levadura, pues ambos harán que nuestros bizcochos o galletas suban, aunque hay que tener en cuenta que si nos pasamos de bicarbonato, el sabor de lo que preparemos puede verse afectado. El saber cuándo usar uno u otro dependerá del resto de ingredientes que tenga nuestro dulce: si tiene algún tipo de ingrediente como cacao, yogur, limón o miel, se debería usar bicarbonato, añadirlo al final de la mezcla e introducirlo rápido en el horno porque empieza a funcionar tan pronto como sea humedecido.

Para mejorar nuestras digestiones, sobre todo cuanto tomamos alimentos de digestión pesada, se puede tomar un vaso de agua con limón y una cucharada de bicarbonato. Esto ayuda a regular el PH de nuestro organismo y combate la acidez.

Pero no sólo eso: pasta de dientes, exfoliante facial, aliviar el cansancio de los pies… en internet se pueden encontrar listas muy interesantes que tienen todo tipo de ideas para que convirtamos el bicarbonato en uno de nuestros productos estrella diarios.