Más populares primero

Jamón Curado

El jamón curado es un clásico de nuestra comida típica. Para disfrutar de un buen jamón, hay tres imprescindibles: acertar en su compra, saber cómo cortarlo, y disfrutarlo. A grandes rasgos destacan dos tipos de jamones: el ibérico y el serrano. El ibérico procede del cerdo de raza ibérica. Un buen jamón ibérico proviene de animales de raza pura, criados en libertad entre encinas y alcornoques y alimentados de bellota. Su curación va de 8 a 36 meses. El jamón ibérico se clasifica según la alimentación que ha tenido el cerdo a lo largo de su vida, es decir, la cantidad de bellota que ha consumido y los otros alimentos que han formado parte de su dieta como piensos naturales, pastos... Y, también depende de el período de tiempo que haya estado en libertad. Según esto podemos diferenciar entre: Jamón ibérico de cebo, alimentado de piensos y cereales, no ha habido bellotas en su alimentación y no ha estado en libertad por lo que no ha hecho el ejercicio necesario para ser un cerdo ibérico de primera calidad. Jamón ibérico de recebo, en este caso el cerdo ha probado tanto bellotas como piensos y cereales. Es un poco mejor que el de cebo pero no consigue llegar a los límites del de bellota. Por último, el jamón ibérico de bellota, alimentado exclusivamente de bellotas y pastos frescos. Se trata del mejor jamón que se puede encontrar. Las diferencias entre los distintas variedades de ibérico están en la textura, el aroma y el sabor, que dependen de la cantidad de bellota ingerida por el cerdo así como del ejercicio que haya realizado mientras estaba en libertad. La Denominación de Origen del jamón ibérico se ha creado como solución a la confusión que provocaba en el consumidor el etiquetado. Actualmente, hay varias denominaciones que demuestran que la pieza es ibérica: la de Huelva, la de Guijuelo o la de Dehesa de Extremadura. La pezuña desgastada y el color del jamón son también reflejo de un buen jamón ibérico. Por otro lado, encontramos el jamón serrano, proveniente de cerdos blancos curados en clima de sierra, frío y seco. Hay un reglamento (Reglamento comunitario 2082/92) en el que se definen las características del proceso y del producto terminado en tres calidades: jamón de bodega, jamón de reserva y jamón gran reserva. La denominación de origen depende de la zona de la que proviene el jamón: Almería, Granada, Salamanca, Ávila… Destacan el jamón de Teruel, el jamón de Trevelez y el de cerdo Duroc. En determinadas zonas, como el norte de Castilla los inviernos pueden ser demasiado húmedos como para permitir la curación del jamón y en lugar de esta, llevan a cabo el proceso de ahumado dando lugar al jamón ahumado.