Cerdo

Hay etnias, como la judía o la musulmana, que consideran al cerdo un animal impuro y por eso no lo comen. También hay personas que usan ciertos tipos de cerdo como animal de compañía, por ejemplo los llamados cerdos vietnamitas, cuyas crías se pusieron de moda como mascota en los últimos años y luego han ido sufriendo el abandono por parte de las familias según se iban haciendo adultos, ya que llegan a pesar de 50 a 100kg.

Lo realmente cierto es que en la gastronomía de España hay una gran cultura de consumo de cerdo. Antes (e incluso ahora en algunos pueblos) la matanza del cerdo era un acontecimiento muy importante en las familias, cuando se reunían todos para sacrificar y estrazar al animal y aprovechaban casi todas sus partes como alimento durante meses, conservándolo en congeladores.

Hoy quizá podríamos decir que esas tradiciones se han ido perdiendo, en parte por el sufrimiento al que se expone al animal. Pero lo seguimos consumiendo, suponiendo el 30% total del consumo de carnes frescas en España. El más famoso y característico de nuestro país es sin duda el cerdo ibérico, que empleamos sobre todo en la realización de embutidos, así como de jamón, y que se alimenta en su mayoría de bellotas. Hay seis tipos de cerdo ibérico procedentes de dos variedades distintas: Negro lampiño y Negro entrepelado (variedades negras); Retinto, Rubio andaluz, Manchado de Jabugo y Torbiscal (variedades coloradas).

Si nos movemos en el mapa, el cerdo agridulce típico de la Cocina China, y más concretamente de la Cantonesa, es un plato muy famoso en todo el mundo. En cualquier menú de restaurante chino lo podemos encontrar y su sabor, al estar frito y cocinado en salsa agridulce, junto con otros ingredientes como pimiento o piña, es completamente distinto al del cerdo que solemos consumir en España.