Patatas

Las patatas tienen un componente tóxico llamado alcaloide solanina que puede resultar perjudicial para nuestra salud si no cocinamos este alimento adecuadamente. Hay que lavarlas bien y, a ser posible, eliminar su piel, para evitar cualquier tipo de malestar estomacal.

Son un ingrediente básico en nuestra cocina, traídas a Europa desde el Nuevo Continente por los conquistadores españoles. Al comienzo se trataba de una curiosidad botánica y más tarde se comenzó a consumir como alimento hasta llegar a nuestros días, en los que tenemos muchas recetas que se basan en este tubérculo.

Entre los platos más famosos que la contienen se encuentran las llamadas patatas a lo pobre, de origen andaluz y de cuyo nombre no se sabe su origen exactamente, aunque se puede deducir.

Al igual que se hace con los huevos cocidos, también podemos hacer unas patatas rellenas, acompañadas de los ingredientes que más nos gusten. De Ávila, Salamanca y Extremadura son típicas las patatas revolconas, que aunque antes era una comida humilde de campesinos, actualmente es muy común que se sirvan como tapa o en una tosta.

A pesar de todo, el plato estrella siguen siendo las patatas fritas, que gustan tanto a niños como a mayores y pueden acompañar a casi cualquier plato. Antes de freírlas, podemos cortarlas con la forma que mejor nos convenga y así tenemos tipos como las patatas paja, muy finas y crujientes, o las patatas panaderas, que son rodajas grandes.